Y vamos por la tercera. Y la respuesta al mail convocando esta tercera tertulia fue igual de entusiasta que las anteriores. Y eso es emocionante. Emocionante por varias razones: porque las tertulias que nacieron con miedo de no ser aceptadas en un mundo tan estresante como este, que siempre tienen el temor de que puedan aburrir o que no sean interesantes, se están consolidando en la vida de mucha gente como algo que nos enriquece, que nos hace no sólo pasar un buen rato en compañía de nuestros amigos, sino que nos descubren cosas que nosotros mismos no sabíamos que pensábamos y/o sentíamos. Esta tercera reunión también fue emocionante porque el protagonista no sólo era una persona viva :) sino que, además, era amigo y vino, como un niño con zapatos nuevos a esa noche de poesía, su noche, en su casa, con su gente; Su nombre: Ilya U. Topper. Y también fue emocionante porque tuvimos otra invitada venida de lejanas tierras, a un hombre con un bagaje cultural tremendo que nos abrió nuevas puertas, a una amiga de orillas del Mediterráneo que se sumó a nuestra familia y la hizo suya. Y, como siempre, los incondicionales de las tertulias que con la mayor de las sonrisas empezaron a desfilar por la casa a eso de las 10 de la noche. Todos ellos han hecho que un proyecto de una sola persona se convierta en algo importante en la vida de muchos.
Como siempre, las horas previas al momento fueron de prisas, de ¡¡joder!! se me ha olvidado esto!! o ¿Habrá suficiente para todos? ¿nos vamos a quedar cortos?, y de risas, muchas risas, comentarios y relatos de historietas. Mientras una cocinaba, las otras dos hacían lo que podían en la pequeña cocina, ponían la mesa o "entorpecían" más que ayudar a la jefa. Todo tiene que estar listo para cuando empiecen a llegar los invitados y sobre todo el protagonista absoluto de la noche: Ilya, poeta, escritor, pediodista, querido amigo.
A las 10 hizo su aparición, en muy buena compañía y, detrás de él, el resto. Sólo nos faltaban Manu y Raúl para estar al completo, pero se hicieron de rogar un poco.
La cena, como siempre, superior. Varios patés de diferentes sabores, de aceitunas, lacón (con y sin cebolla), ensalada de salmón con queso y manzana verde, solomillos con salsa PX, espárragos verdes al horno con jamón serrano, la siempre exquisita tortilla de patata (con y sin cebolla)...todo ello regado con varias botellas de Marina Alta y para los no bebedores, coca cola. Durante el ágape, entre bocado y bocado, todos pululábamos por el salón, pequeño para 11 personas, charlando, conociendo a los nuevos, bromeando con los habituales.
Cuando se dio buena cuenta de las viandas, se paso a los dulces y las copas,.... nos acomodamos como mejor pudimos y tras una breve introducción del protagonista por parte de una de las personas que más le conoce, leímos algunos poemas, que dieron para mucho, muchos puntos de vista, muchas formas de sentirlos, muchos detalles que cada uno vio y, al final, la explicación de los sentimientos que en ese momento dieron lugar a esas bellas frases.
También se leyeron textos con su correspondiente debate, sus explicaciones y su réplicas y en la mente de todos, la necesidad de hablar, de compartir y de escuchar.
Aún leyendo no más que tres o cuatro poemas y dos textos nos dieron casi las cinco y media de la mañana y eso nos obligó a dar por finalizada una de las mejores tertulias hasta este momento. Nos fuimos a la cama con el sabor de haber participado en algo grande, de haber hecho posible un nuevo mundo y también, como no, con el sabor emergente de la próxima tertulia.
Obvio decir cómo quedó la casa, verdad? :), pero mereció la pena y mucho.
Un botón de muestra:
MEMORIAS DE SOFÍA
Se agotan los siglos y las existencias,
las lágrimas fáciles y la baraja de meses
que he marcado con tu imagen.
Juego las bazas de la desdicha
y miro transitar la edad a sabiendas
de que un amor infeliz hoy no tiene futuro.
El mañana es un campo minado de sueños
No supe abandonar en su momento
la esperanza, lastre de los perdedores,
borrar de la faz de las madrugadas la luz putrefacta
de las discotecas, saber que el cuerpo
es un útil, una breve lectura,
la tristeza un lujo de los moribundos.
Los recuerdos son un clandestino acto de gozo
Cruzo las estaciones de un tranvía llamado deseo
y los bares donde gotea la sosa cerveza, tanta noche sellada por tu ausencia.
My herart is a lonely hunter
cazador desertado que sirve de blanco
a los disparos de la memoria.
El tiempo es un hilo que no teje olvidos
Las horas precipitan su interminable cascada
hacia un apocalipsis cualquiera
y encallan sin rumbo. Desafinamos
en el crescendo de sombras. Hemos sembrado
de botellas rotas el postrer desierto
y abandonamos los naipes sobre el puente.
La poesía es un salvavidas de material caduco.
Las calles se pueblan de sutiles escombros.
Tocamos fondo, pecios de un día hundido
y del que despunta. En decente silencio
me desintegro por fin en la cuneta
cuando el turbio cristal del autobús matutino
me arranca la reina de corazones.
El amor es una cita a solas
(Del poemario Años a la deriva. Autor: Ilya U.Topper)