domingo, 4 de julio de 2010

¿Por qué leo?

¿Por qué leo? Porque en los libros encuentro cosas como esta:

El ser humano no es una cosa más entre otras cosas; las cosas se determinan unas a otras; pero el hombre, en última instancia, es su propio determinante. Lo que llegue a ser – dentro de los límites de sus facultades y de su entorno – lo tiene que hacer por sí mismo. En los campos de concentración, por ejemplo, en aquel laboratorio vivo, en aquel banco de pruebas, observábamos y éramos testigos de que algunos compañeros de nuestros camaradas actuaban como cerdos mientras que otros actuaban como santos. El hombre tiene dentro de sí ambas potencias; de sus decisiones y no de sus condiciones depende cuál de ellas se manifieste.

Nuestra generación es realista, pues hemos llegado a saber lo que realmente es el hombre. Después de todo, el hombre es ese ser que ha inventado las cámaras de gas en Auschwitz, pero también es el ser que ha entrado en esas cámaras con la cabeza erguida y el Padre Nuestro o el Shema Israel en sus labios



Libro: El hombre en busca de sentido (Viktor E. Frankl)

2 comentarios:

Belisker dijo...

Impresionante, de verdad.
Un libro nos puede dar tantas versiones de un mismo hecho, tantas versiones de un mismo hombre que nunca podremos llegar a comprender la grandeza de leer.
Enhorabuena por esa necesidad de leer que tienes, te hace grande y hace grande a quien te rodea.
Un beso,

Belisker dijo...

Impresionante, de verdad.
Un libro nos puede dar tantas versiones de un mismo hecho, tantas versiones de un mismo hombre que nunca podremos llegar a comprender la grandeza de leer.
Enhorabuena por esa necesidad de leer que tienes, te hace grande y hace grande a quien te rodea.
Un beso,